El módem de internet es un dispositivo que, a menudo, se deja encendido las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Aunque su consumo de energía es relativamente bajo, al estar constantemente conectado puede generar costos de electricidad acumulativos a lo largo del tiempo. Apagarlo durante la noche, cuando no se está utilizando, podría ser una manera de ahorrar algo de dinero y reducir el consumo energético en el hogar, aunque es importante analizar cuánto impacto realmente tiene esta práctica.
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Consumo energético de un módem
Los módems, dependiendo del modelo y la marca, consumen entre 5 y 25 watts por hora, lo que equivale a un gasto mensual aproximado de 10.95 kWh si se dejan encendidos todo el día. Este consumo es pequeño comparado con otros electrodomésticos como refrigeradores o televisores, pero al ser constante, puede sumar un costo adicional en la factura eléctrica. Según estimaciones, si un usuario decide apagar su módem por al menos 8 horas cada noche, el ahorro mensual en consumo energético podría ser de alrededor de 2 a 5 pesos.
Aunque este ahorro parece insignificante, para quienes buscan reducir al máximo su consumo energético y minimizar el impacto ambiental, apagar el módem por la noche puede ser una buena práctica. Sin embargo, también es necesario tener en cuenta la necesidad de mantener los dispositivos conectados a internet, como cámaras de seguridad o sistemas de domótica, que dependen de una conexión constante.
¿Realmente vale la pena apagar el módem?
Desde el punto de vista económico, el ahorro que se obtiene al apagar el módem por la noche no es significativo. Además, algunos dispositivos y servicios en el hogar dependen de una conexión a internet activa, por lo que desactivar el módem podría interrumpir su funcionamiento. Sin embargo, para quienes desean tener un mayor control sobre su consumo energético, esta es una medida que, aunque pequeña, contribuye a reducir el uso innecesario de energía.
Por otro lado, existen otras prácticas más efectivas para ahorrar energía en casa, como desconectar dispositivos que no se utilizan, optar por electrodomésticos eficientes y aprovechar la luz natural. Si bien apagar el módem es una opción, no debería ser la única estrategia para reducir el consumo energético.