La leyenda del Árbol del Amor, originaria de Zacatecas, es una historia de amor prohibido entre Juan, un humilde aguador, y Oralia, una joven perteneciente a una familia adinerada. Pese a las diferencias sociales, el cariño que Juan sentía por Oralia lo llevó a ganarse su corazón mediante un noble gesto: cuidar un árbol que ella había plantado.
Durante la leyenda, aparece Philipe, un hombre francés que también intentaba cortejar a Oralia. Sin embargo, la conexión entre Juan y ella era más fuerte. El punto culminante ocurre una noche, cuando Oralia tuvo un sueño revelador bajo ese árbol. En él, pudo ver que Juan era el hombre con quien debía estar, consolidando así su amor hacia él.
Este árbol, conocido como el "Árbol del Amor”, llegó a simbolizar la unión de las parejas. Según se dice, aquellos enamorados que se abrazaban bajo sus ramas aseguraban su vínculo eterno. La tradición local sostiene que el árbol tenía una energía especial que bendecía a las parejas con un amor duradero y sincero. La historia cuenta que muchas parejas iban al lugar buscando ese toque mágico que les aseguraría una vida juntos llena de amor.
Con el paso del tiempo, lamentablemente, el árbol fue talado. Sin embargo, el espíritu de la leyenda sigue vivo entre los zacatecanos y los visitantes que llegan a conocer la historia. Aunque ya no existe físicamente, su poder como símbolo romántico y de esperanza ha sobrevivido, convirtiéndose en una leyenda popular que sigue encantando a quienes la escuchan.
Esta historia ha perdurado gracias a la cultura oral y a las tradiciones que se han transmitido de generación en generación. Aunque el escenario principal del romance ya no se puede visitar, el impacto emocional de la leyenda persiste, recordando a todos que el verdadero amor puede superar cualquier obstáculo, incluyendo las barreras sociales.
¿Dónde encontrar el Árbol del amor en Zacatecas?
El famoso árbol se encuentra en la que hoy es la plazuela de Miguel Auza, y que en el siglo XIX era la plazoleta que se encontraba afuera del ex convento de San Agustín, justo en el centro de Zacatecas, a espaldas del portal de Rosales.