La tarde de hoy 2 de octubre, una bomba sin detonar de la Segunda Guerra Mundial explotó en un aeropuerto en Japón, durante labores de construcción. El incidente tuvo lugar en el Aeropuerto de Chubu, en la ciudad de Tokoname. Las autoridades locales confirmaron que el explosivo fue encontrado mientras se llevaban a cabo excavaciones en la zona, y al intentar retirarlo, se produjo la detonación.
El evento causó pánico entre los trabajadores y pasajeros del aeropuerto, lo que obligó a evacuar la zona de manera inmediata. Aunque no se reportaron víctimas fatales, la explosión causó daños materiales en el lugar y obligó a suspender temporalmente las operaciones en el aeropuerto, uno de los más importantes de la región.
Explosión en aeropuerto japonés: lo que sabemos
Según los informes, la bomba formaba parte de los muchos explosivos no detonados que aún se encuentran en Japón, una herencia de los intensos bombardeos que sufrió el país durante la Segunda Guerra Mundial. En este caso, el artefacto quedó oculto en el subsuelo del aeropuerto hasta que fue descubierto por los equipos de construcción que trabajaban en una nueva área de expansión del aeropuerto de Chubu.
Las autoridades de Japón activaron de inmediato los protocolos de emergencia y evacuaron a todo el personal y pasajeros presentes en la zona afectada. Las operaciones del aeropuerto se suspendieron mientras los expertos en explosivos realizaban inspecciones para descartar la presencia de más artefactos.
Antecedentes de bombas de la Segunda Guerra Mundial en Japón
Japón ha enfrentado varios incidentes similares a lo largo de los años. Muchas bombas sin detonar quedaron esparcidas por todo el país tras los ataques aéreos de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque el gobierno y los especialistas en explosivos han trabajado para desactivar y retirar estos artefactos, algunos todavía permanecen ocultos bajo tierra y representan un riesgo para las construcciones y la población.
Este tipo de eventos destaca la importancia de la continua vigilancia y medidas preventivas en zonas afectadas por conflictos bélicos, donde la presencia de explosivos antiguos puede causar emergencias inesperadas.
