Poner muchas alarmas para despertar por la mañana es una práctica común para muchas personas. Es tentador configurarla para que suene cada cinco o diez minutos con la esperanza de que alguna finalmente nos haga levantarnos de la cama. Sin embargo, esta estrategia puede tener consecuencias negativas tanto en la calidad del sueño como en la salud general.
Si tú eres una de esas personas que pone más de una alarma y lo hace en espacios cortos, a continuación te contamos todo lo que sabemos al respecto sobre los daños a la salud que esto podría provocarte.
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¿Qué es el efecto del sueño fragmentado? La consecuencia de poner varias alarmas para despertar
Cuando utilizamos muchas alarmas, estamos fragmentando nuestro sueño, interrumpiendo repetidamente los ciclos de sueño en curso. Dormir de manera profunda es crucial para la recuperación física y mental.
Cada vez que suena una alarma, se corta este ciclo, lo que impide que el cuerpo y el cerebro completen sus procesos naturales de restauración. Esto puede llevar a que la persona se despierte sintiéndose más cansada y menos descansada, a pesar de haber pasado suficiente tiempo en la cama.
El fenómeno conocido como “inercia del sueño” también juega un papel importante, pues es la sensación de confusión y somnolencia que experimentamos al despertar bruscamente, y puede intensificarse por la interrupción frecuente del sueño con muchas alarmas. Este estado puede durar desde unos pocos minutos hasta varias horas, afectando el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo durante la mañana.
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Despertar con varias alarmas podría aumentar el estrés y la ansiedad
Poner muchas alarmas puede contribuir al aumento de los niveles de estrés y ansiedad. Cada sonido de alarma puede ser percibido como una mini crisis, lo que incrementa los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Al comenzar el día con repetidas dosis de esta hormona, es más probable que la persona experimente ansiedad y una mayor sensación de presión durante el día. Además, el estrés acumulado puede afectar negativamente la capacidad de concentración y la productividad.
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Dependencia de las alarmas y la pérdida del ritmo circadiano
La dependencia de muchas alarmas también puede interferir con el ritmo circadiano natural del cuerpo. Pero, ¿qué es el ritmo circadiano? Para que lo entiendas mejor, es el reloj interno que regula los ciclos de sueño y vigilia en función de la luz y la oscuridad. Al interrumpir constantemente este ciclo con alarmas artificiales, el cuerpo puede perder la capacidad de despertarse de manera natural, lo que lleva a una mayor dependencia de las mismas y mayores afectaciones en el ciclo del sueño.
El uso excesivo de alarmas también puede reducir la sensibilidad del cuerpo a los ritmos naturales de sueño, dificultando aún más la capacidad de despertarse sin la ayuda de un despertador. A largo plazo, esto puede afectar la salud en general, aumentando el riesgo de trastornos del sueño como el insomnio.
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¿Cuál es la mejor manera de despertar? Esto dicen expertos
Para mejorar la calidad del sueño y evitar las consecuencias negativas de poner muchas alarmas para despertar, es recomendable adoptar hábitos de sueño más saludables. Establecer una rutina de sueño regular, irse a dormir y despertarse a la misma hora todos los días, puede ayudar a regular el ritmo circadiano. También es beneficioso crear un ambiente de sueño propicio, con una habitación oscura, fresca y tranquila.
Otra técnica efectiva es la de usar una sola alarma y colocar el despertador lejos de la cama. Esto obliga a la persona a levantarse para apagarla, reduciendo la tentación de volver a dormir. Además, algunos expertos sugieren la práctica del “despertar natural”, que consiste en despertar con la luz del día o con alarmas que simulan el amanecer, para facilitar un despertar más suave y menos estresante.
Poner muchas alarmas para despertar puede parecer una solución conveniente para aquellos que luchan por levantarse temprano, pero esta práctica puede tener consecuencias negativas en la calidad del sueño y la salud general. Fragmentar el sueño, aumentar el estrés y desregular el ritmo circadiano son solo algunas de las consecuencias de depender de demasiadas alarmas. Adoptar hábitos de sueño saludables y establecer una rutina de descanso constante puede ayudar a mejorar la capacidad de despertarse de manera natural y sentirse más descansado y alerta durante el día.
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